Hace más de seis años comencé una aventura. A ciegas, tanteando con humor las ásperas paredes de una facultad que se me mostraba inmensa y laberíntica. Las bromas y las juergas se cambiaron, con el tiempo, por estudios y desesperación, por desalientos, por tristezas y frustraciones. La vida siguió su curso, y tanto lo siguió que no me reconozco en aquel flacucho graciosillo que inició este viaje. La facultad me cambió, las personas cambiaron y me cambiaron. Y ahora estoy aquí, viendo la luz de emergencia al final de un túnel enorme y espeso.
Y poco a poco llegué a conseguir un premio. Una ilusión. Me voy de Erasmus a Saarbrücken, ciudad que me regaló la casualidad y en la que pongo mis esperanzas. Hace más de un año que planeaba meticulosamente mi huida, mi escapatoria de la rutina. Y al final, resulta que ya está aquí. En 16 días un vuelo con escala insular me lleva al país del maná de los tiempos de crisis. A la tierra prometida del desarrollo y del empleo. Y yo, que ya estoy de vuelta y media, me voy con la venda en los ojos y que sea lo que Dios quiera.
De momento no hay camino hecho. Queda mucho por descubrir y mucho por conseguir. Como se dice siempre, se hace camino al andar.
Bienvenidos.
Como diría Guguel transleit imitando a Machado:
«Es entstehen im Gehen»
Me va a gustar este blog :)
Golpe a golpe, que golpes te harás llevado unos pocos, frambuesa.
(A mí también me va a gustar este blog)
Por cierto, te pillé:
Desde luego que sí. James Taylor me inspiró ¿Quién sino? :)
Todo esto saldrá bien si te acuerdas de tu entrenamiento en el ejército…
…¿cómo era?…